¿Por qué esta web?
En Cuantascaloriastienen.com sabemos que la obsesión por contar “calorías” sigue vigente en la mayoría de la población a la hora de mejorar su composición corporal y su salud. El nombre de la web es más bien un guiño/crítica a la tan manida pregunta.
En el caso de que “las calorías” importasen, no lo hacen de la manera tan simple que se pensaba; la literatura científica más actualizada y libre de intereses comerciales nos enseña la importancia de tus hormonas, tu cerebro/sistema-nervioso, tu sistema digestivo…
Una “caloría” es la cantidad de calor necesaria para producir un aumento de temperatura de 1º C en un 1 gr. de agua destilada en el intervalo de 14,5 °C a 15,5 °C. El número de Kcal que sueles ver asignado a cada alimento solo muestra su eficacia en esta situación concreta y aislada. Que dos alimentos obtengan idéntico resultado en esta prueba no implica que, cuando entren en el cuerpo humano y se choquen con su complejidad biológica, vayan a producir también el mismo resultado. Por eso son importantes aspectos como la termogénesis, la saciedad, la velocidad de absorción o el particionamiento de los sustratos oxidativos.
Para que una dieta o modo de alimentación sea saludable y sostenible en el tiempo debe estar basada en aquellos alimentos a los que la genética de los homo sapiens sapiens está mejor adaptada, aquellos a los que más tiempo estuvimos expuestos. Cualquier animal (humano o no) para mantener o conseguir salud debe alimentarse de comida real: alimentos que mantienen toda su matriz alimentaria original, con toda su complejidad y cuyos compuestos actúan en sinergia en gran parte aun desconocida, siendo su efecto en los animales actuales el resultado de millones de años de evolución a base de prueba y error. Y ya no son simples hipótesis: en la actualidad, la nutrición evolutiva está ya fuertemente apoyada por evidencia científica.
Esta comida real impactará positivamente sobre tus hormonas, que es todo lo contrario a lo que hace la comida ultraprocesada hiperpalatable y adictiva que “se salta” los mecanismos naturales reguladores de la saciedad/apetito, y que además tiene un peor impacto global sobre tu salud y tu composición corporal: menor termogénesis, excesiva velocidad de absorción, peor particionamiento de los sustratos oxidativos, posible inflamación…
En definitiva, la comida real no solo provocará un efecto positivo de forma “directa” sobre tu fisiología, sino que también lo hará de forma “indirecta” al influir sobre tu conducta: te resultará mucho más sencillo regular la cantidad comida que ingieres, y no sufrirás el hambre extrema o la ansiedad que producen las típicas dietas hipocalóricas bajas en grasa y basadas en mini-porciones de galletitas, “barritas light”, pan o pasta, insostenibles en el tiempo y con alto riesgo de dañar tu metabolismo (y con un muy probable efecto rebote).
Además, una alimentación evolutivamente coherente favorecerá que tu salud y tu bienestar físico y psicológico mejoren, sobre todo si la acompañas también de otros hábitos evolutivamente coherentes, que no solo tienen tanta o más influencia en la salud global que la nutrición, sino que además también influyen en el flujo “energético”. Y profundizaremos en ellos también en el blog y en futuros e-books: exposición regular al sol, actividad física y entrenamiento, ritmos circadianos, vínculos sociales, gestión del estrés, contacto con la naturaleza…
Asi que pensé “¿qué mejores personas para ser concienciadas que aquellas que precisamente van buscando el valor “calórico” exacto de aquel u otro alimento?”. Ojo, si tú eres una de esas personas y llegaste aquí buscando “cuántas calorías” tiene un determinado alimento, no creas que te traemos engañado; saldrás de aquí sabiendo el valor “calórico” del alimento que buscas (porque además puede ser útil en ciertos momentos), pero probablemente también te irás habiendo leído que quizás existen preguntas más importantes. Y si, tarde o temprano, esto acaba teniendo, en mayor o menor grado, un impacto positivo en tu salud, nos sentiremos satisfechos