El brócoli tiene pocas calorías, y en realidad eso es algo que casi todo el mundo sabe. Pero, por si solo, ese es un dato escaso para saber si es un alimento recomendable. Hay comidas ultraprocesadas bajas en calorías que tienen un impacto negativo sobre nuestras, hormonas, paladar, intestino y cerebro (por ejemplo, las bebidas zero, edulcoradas con edulcorantes artificiales), de manera que a corto, medio y largo plazo, normalmente nos hacen comer de más, al alterar nuestros sistemas de recompensa cerebrales.
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Sin embargo, el brócoli, al ser comida real, materia prima, con toda su matriz alimentaria, nos aporta gran saciedad, y también más termogénesis que la comida ultraprocesada (más detalles), lo que lo convierte en un buen alimento para adelgazar o evitar engordar.
Además, los crucíferos como el brócoli, kale, repollo o coles de Bruselas contienen compuestos como el sulforafano y el indol-3-carbinol (glucosinolatos), que no suelen encontrarse en otros vegetales y que ayudan a la regulación y correcta expresión de ciertos genes, lo que evitaría una posible descontrolada proliferación de células y aparición de cáncer (estudio), es decir, podrían ser eficaces en la prevención del cáncer.
También es poco conocido que el brócoli contiene 316 mg de potasio por cada 100 gramos, cifras cercanas o incluso superiores que las de frutas cuyo nivel de potasio sí es más famoso, como kiwi (312 mg), aguacate (485 mg) o plátano (499 mg).
¿El brócoli no es apetitoso?
El brócoli tiene mala fama en cuanto al placer que proporciona. Suele asociarse a dietas tristes y restrictivas, a “comer verde y sin gracia”, pero esto en gran parte se debe a la forma de consumirse y al infundado miedo a la sal y las grasas. Veamos algunos consejos para mejorarlo:
- Sazona y especia al gusto, ya sea en el cocinado o después en el plato (experimenta).
- Añade un poco de Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Mézclalo en ensaladas con otros muchos alimentos.
- En vez de comer solo ensalada, úsalo como acompañamiento de carnes, pescados, huevos… Por ejemplo, unos buenos filetes de cerdo o ternera acompañados de un brócoli bien especiado son un mánjar que a pocos disgusta.
- Cómpralo fresco en vez de congelado, y no porque así sea necesariamente más sano, sino porque en general suele saber mejor.
- Cocínalo en la sartén con poca agua y algo de aceite y poniéndole una tapa cerrada, es decir, más “en plan sofrito” y un poco al vapor. Suele quedar más crujientito y no tan acuoso y blandurrio. Además, cuando se cocina con mucha agua, suelen perderse más nutrientes.
¿Pero cuántas calorías tiene el brócoli?
El brócoli, por cada 100 gr (pesado en crudo) aporta solo 34 calorías. Como ya he dicho, este dato por sí solo no serviría de mucho, pero, teniendo en cuenta lo mucho que nos sacia y la buena termogénesis que provoca cada uno de sus gramos, sí que es un dato relevante. En general contar calorías al milimetro no es la mejor estrategia, pero más absurdo es es ponerse a contar las calorías de un alimento como el brócoli, ya sea cocido, salteado o al vapor…
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