La sandía es una de las frutas más apetecibles y más disponibles con la llegada del verano. Es por ello que a muchas personas les preocupa cuántas calorías tiene y sí engorda o no. Pero esto último depende también de otros factores y no solo de las calorías. En cualquier caso, hagamos un repaso rápido y general de la sandía y su impacto sobre nuestra salud.
La sandía es ligeramente diurética y tiene una abundante cantidad de carotenoides (licopeno).
¿Engorda? ¿Cuánto azúcar tiene?
La sandía tiene una cantidad considerable de fructosa (que además se absorbe rápido, al tener la sandía un alto índice glucémico), pero también es cierto que tiene una gran cantidad de agua, por lo que llena bastante. Consumida en pequeñas cantidades no debería suponer un problema. Pero veamos algunos números.
Si nos comemos un trozo de sandía de tamaño medio/grande, que pesa unos 290 gramos, estaríamos tomando unos 17,5 gramos de azúcares (fructosa).
Como ves, es importante moderarse, ya que si te tomas 3 rebanadas de golpe estarías tomando la no despreciable cantidad de 52 gramos de azúcares que, además, pasarían rápido a la sangre.
De todas formas, la sandía, como cualquier fruta entera, tiene un buen impacto sobre nuestras hormonas a nivel de saciedad y no tendrás muchos problemas para “controlarte”. No es lo mismo que comerse esos azúcares “en forma de galleta”. En ese caso, lo más habitual es que comas más de lo que necesites, ya que la bollería y los ultraprocesados se saltan los mecanismos naturales de saciedad y pueden ser adictivos. Ese es uno de los principales motivos por los que la comida ultraprocesada es perjudicial . Además, en esos casos, se trataría de azúcar totalmente “libre”, y no acompañado de toda la matriz alimentaria (fibra, agua, vitaminas, minerales..), como ocurre en el caso de las frutas.
En cualquier caso, si estás intentando perder grasa, intenta priorizar otras frutas con menos cantidad de azúcar y menor carga glucémica, como por ejemplo las fresas o los arándanos.
También es útil tomar la sandía en horas cercanas (antes o después) al entrenamiento.
Pero, insisto, comer sandía es mucho más recomendable y más beneficioso (para tu salud y para tu peso) que cualquier alimento ultraprocesado, por mucho que en el paquete puedas leer “bajo en azúcar”, “0% grasa” o chorradas del estilo. Prioriza siempre comida real, comida de verdad, materias primas, y no pseudocomida. Te aseguro que solo con ese “pequeño” cambio, tu salud y tu composición corporal mejorarán mucho.
Si aún sigues interesado en conocer con total precisión las calorías de la sandía, aquí está lo prometido:
¿Cuántas calorías tiene la sandía?
La sandía aporta 30 calorías por cada 100 gramos.
¿Cuántas calorías tiene una rebanada grande de sandía?
Una rebanada grande de sandía puede llegar a pesar unos 300 ó 350 gramos, así que aportaría unas 90 – 105 calorías.
¿Cuántas calorias tiene toda la sandía entera?
Depende del tamaño. La parte comestible de una sandía de tamaño medio puede pesar entre 5 y 8 kilos (5000 – 8000 gramos), lo que supondría un total de entre 1500 y 2400 calorías.
¿Cuántas calorías tiene la sandía con harina tostada? ¿Engorda?
En general, es mejor evitar las harinas, sean del tipo que sean, pero más aún si son de trigo blanco. Mezclar harina con sandía tendrá como resultado un impacto para tus hormonas no muy bueno, y te resultará adictivo. Si no te moderas (y en este caso te costará) con este plato, tendrás problemas para perder grasa corporal, y también es probable que la acumules.
Hay que tener también en cuenta que la harina es altísima en carbohidratos (y si es harina refinada se absorberán más rápido aún), y eso, sumado a los azúcares de la sandía antes citados, dará como resultado un festín glucémico que no es lo más apropiado para quemar grasa.
Que sí, pesao, pero dime ya cuántas calorías tiene la sandía con harina
Las calorías (que en realidad no es un dato tan importante) de un plato de sandía con harina tostada (1 rebanada de sandía + 40 gramos de harina) son unas 245.
En cualquier caso, al menos intenta que se trate de harina integral de Kamut, centeno, espelta, “trigo” sarraceno o similares.
¿Engorda la sandía después de comer?
No. Ningún alimento engorda más o menos por mezclarlo con otros alimentos. Ya sea antes o después. Las dietas disociadas no tienen ningún respaldo científico.
Ni este estudio ni este (los únicos hasta la fecha) mostrarón diferencias entre mezclar o no los macronutrientes. De hecho en el primero hubo mayor pérdida de grasa y reducción de la presión arterial en el grupo de individuos que SÍ mezcló los alimentos.
Y lo cierto es que no tiene ninguna coherencia ni lógica fisiológica. Para empezar la leche materna es ya una mezcla de proteína, grasa y carbohidrato. Y lo mismo ocurre con otros muchos alimentos, como las legumbres (proteína y almidón).
Otro tema es que haya alguna gente (probablemente con algún problema previo) que tenga molestias digestivas al mezclar al comer sandía después de comer. Pero eso no implica que engorde más o menos (de hecho se reduce el impacto glucémico de los carbohidratos al mezclarlos con proteínas y grasas). No están del todo claras las causas de estos problemas digestivos. Pero parte de la culpa probablemente sea por la ingesta de agua tan grande que supone comer sandía, lo cual a veces puede interferir con la digestión. Y es que el estómago necesita un entorno muy ácido para digerir la comida, y si lo inundas con un exceso de agua los jugos gástricos se diluyen y se pierde capacidad digestiva (y también se pierde eficiencia a la hora de luchar contra posibles patógenos). Por eso tampoco es bueno beber mucha agua durante ni después de las comidas.
Pero mientras que no notes molestias de ningún tipo, cómete la sandía (y cualquier fruta) cuando te apetezca.
¿Y engorda comer sandía por la noche?
Es un tema que últimamente genera enconados debates el de si comer ciertos alimentos por la noche puede engordar más o no. Durante un tiempo se perpetuó el mito simplista de que, debido a que al dormir estás quieto y no gastas energía, lo que comes en la cena se acumulará como grasa.
Pero no es tan simple el asunto:
El problema no es tanto cenar carbohidratos o cenar mucho, el problema es, sobre todo, cenar tarde. Somos animales diurnos. Respetar nuestra cronobiología es importante. Lo ideal es cenar lo más temprano posible, lo más cercano a las horas solares posibles. Y, si puedes cenar cuando todavía es de día, mejor todavía. Lo recomendable es cenar entre las 7pm y las 10pm, dependiendo de la estación.
Grandes atracones nocturnos perjudican la flexibilidad metabólica, aumentan glucosa, insulina y triglicéridos, y reducen la quema de grasa (estudio, estudio, estudio, estudio).
La melatonina, la hormona que nos da la señal de que es hora de dormir, interfiere con el metabolismo de la glucosa (estudio, estudio)
La digestión de los alimentos aumenta la temperatura corporal, y esto puede dificultar el sueño (estudio, estudio). También, la comida que comes por el día provoca más termogénesis y aumenta más el metabolismo que lo que comes por la noche (estudio, estudio).
Pero si no cenas tarde, no debería haber problema en cenar algo de carbohidrato. Si tus depósitos de glucógeno no están llenos y no te excedes de tus requerimientos, lo que comas se usará para recargarlos.
Es más, comer carbohidratos en la cena optimiza el ciclo de la hormona leptina (implicada en los procesos que regulan el apetito y la saciedad), por lo que incluso es beneficioso dejar para la cena una parte de nuestros carbohidratos diarios. Este estudio de 6 meses de duración encontró mayor perdida de grasa en aquellos que consumían los hidratos de carbono hacia el final del día.
Por otra parte, comer carbohidratos por la noche ayuda a conciliar el sueño y a tenerlo de mejor calidad, ya que, entre otros motivos, la insulina (liberada en sangre debido al consumo de carbohidrato) ayuda a la entrada de triptófano en el cerebro (estudio). Un sueño largo, reparador y de calidad mejora nuestra salud y el estado de nuestras hormonas, muchas de ellas implicadas en la quema de grasa, y por tanto nos ayuda a evitar la obesidad y a conseguir adelgazar.
Además, es frecuente que la mayoría de la gente haga ejercicio o entrene por la tarde; un motivo más para recargar el glucógeno en la cena a través de los carbohidratos. Entrenar por la tarde también reduce el efecto negativo de cenar tarde (estudio).
El nombre de la web es más bien un guiño/crítica a la tan manida pregunta. La relación de nuestro cuerpo con "las calorías" no ocurre de la manera tan simple que se pensaba (...)